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Mi casa, mis sueños, el dolor de crecer

Una psicóloga me dijo una vez que el dolor de crecer viene de la elección, porque una elección siempre es una pérdida. En ese entonces yo estaba en proceso de decidir dónde quería vivir, si dejar un país para ir a otro, o si sacrificar el segundo para siempre a cambio de una ilusión de tranquilidad. La elección se puede sentir como abrir un camino, como construir. Pero en realidad es mucho más a lo que se renuncia que lo que se gana, y ese es el dolor de crecer.  Copia de un dibujo de la revista Opio (2009) Elegir convertirnos en cualquier cosa implica renunciar a los sueños de convertirse en cualquier otra. Pero además, mientras más jóvenes somos, menos limitaciones tenemos para imaginar. Porque nuestra imaginación no se ve limitada por lo realizable, los sueños tienen autonomía y la imaginación basta para ser felices. Es conforme vamos creciendo, conforme vamos intentando y fracasando, conforme pedimos algo y nos es negado, que las ilusiones dejan de saber dulces. Que la ilusión y la

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